Como agua de mayo fue la noticia de que había sido seleccionado para trabajar en este gran proyecto. Ya que, desde hace algunos años, he ido encaminado mi perfil profesional hacia la intervención con personas que tuvieran algún tipo de diversidad funcional.
Trabajar con colectivos similares a éstos no era nuevo para mí, en cambio, aún recuerdo las ganas, nervios, ilusión, curiosidad... de los primeros días. Justo ahora, a las puertas de finalizar el curso, es cuando he venido a echar la vista atrás para inundar mí cabeza de tantos momentos vividos, provocandome automáticamente una sonrisa difícil de disimular.
Como tutora mí mayor satisfacción ha sido y es ver la evolución de los chicos. Hay tanto potencial aquí dentro que alucino al saber que ha día de hoy la "discapacidad" siga siendo un obstáculo para el éxito. Teniendo en cuenta ésto, aprovecho para felicitar a ONCE, Fundación ONCE, Ilunión, Datahak, Academia Digital y a otras entidades que apuestan por el potencial de estas personas y demostrar que en sus diferencias está su excelencia.
Claro que, no todo es un camino de rosas. Hemos vivido situaciones más amargas, sea porque un alumno se pone enfermo, desencuentros entre ellos, terminar una primera fase, donde muchos alumnos no continuarían, o reuniones de equipo, donde tomar decisiones fundamentales para el buen funcionamiento etc. Pero en esta parte más seria del asunto, estoy plenamente convencida que la hemos superado estoicamente porque hemos dado con un gran equipo.
Un gran equipo, vine sin nada y eso es lo que me llevo y cuando algo o alguien te deja huella será porque tan mal no lo hemos hecho. Así que gracias a mí equipo sevillano por todo.
Podría seguir contando, pero prefiero que si de contar se trata seáis ustedes los que contéis conmigo para la próxima.
BEATRIZ BARRERA HERRERA
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